03 noviembre

La Ley del Dharma - Abreadoquines

Descubrir lo que vinimos a hacer será fundamental. En tanto y en cuanto hagas aquello que no te gusta estarás fuera del Dharma. Encuentra tu misión en la vida y vivirás realmente consciente.



02 noviembre

Abreadoquines el libro

 

Próximamente (2022)



Instrucciones para ser un idiota

Primeramente, cerrarás tu mente.
Luego discutirás por cualquier cosa.
Nunca pensarás para que has nacido.
Ni mucho menos qué es lo que haces aquí.
Si alguien te da su teléfono, lo ignoras.
Si alguien te invita un café, lo esquivas.
Estás tan dormido que chocas con la vida.
Jamás las mujeres suspirarán por ti.
Jamás los hombres te mirarán por detrás.
Caminas como un zombi por la vida.
Y nunca sonríes porque estás siempre asustado.
Jamás pudiste mirar dentro de ti.
Te crees importante, aunque estás muerto.
Tu ignorancia se llevaría el primer premio.
No tienes ni idea de cómo abrir los ojos.


Más acerca del autor



01 noviembre

La Ley del Karma - Abreadoquines

Luego de que hayas engañado, manipulado, burlado, golpeado, robado, estafado, traicionado, mentido, agredido, etc., entonces siéntate y espera porque la Ley del Karma llamará a tu puerta; y no se trata de una venganza sino de una consecuencia, que será favorable o desfavorable según tus actos.


23 octubre

Historia de Abreadoquines



¿Cuál es tu historia personal en Abreadoquines?
Nací en Núñez, un barrio de la Capital de Buenos Aires. Soy italiano por opción y descendencia. Al fallecer mi padre, mi historia cambió. Así fue que ingresé al secundario, al Instituto Carlos Pellegrini de Pilar del Gran Buenos Aires, lugar donde varios años después nació Abreadoquines, en plena dictadura militar, por 1979. Se conformó con algunos compañeros de estudios y algunos amigos del propio lugar (Pilar). Primero hicimos una revista (placa 1) donde con un mimeógrafo antiguo imprimimos cuatro páginas y se hicieron unos tres números hasta que nos la clausuraron. Intentamos hacer un programa de radio, y sólo hicimos del programa unos veinte minutos de la hora que duraba, porque entraron (la brigada de moralidad) y se llevaron todo el material y nos detuvieron unas horas.

Placa 1

Así que algunos integrantes, éramos cinco, abandonaron, e igual seguimos haciéndolo de manera clandestina en la casa de alguno de los que quedamos. Se deshizo por muchos años, y se retomó allá por 1987, en una Biblioteca pública de la Capital Federal “Evaristo Carriego”, duró dos años y publicamos un pasquín (Placa 2), con un mimeógrafo también, cuatro números, y era sólo de poesía, también hicimos recitales de poesía en el Centro Cultural San Martín (Placa 3).     

Placa 2

Placa 3

Luego en Madrid, con gente de Barcelona, Buenos Aires y Milán, en 2004, fuimos retomando la idea con gente nueva y con otras perspectivas.
El nombre es por la relación entre un adoquín y el cerebro humano. Y como nos reíamos de quienes no entendían las frases escritas o los relatos, decíamos que tenían el adoquín muy duro y había que abrírselos. De allí nace la idea.

¿Por qué Abreadoquines?
Cuando me recomendó un preceptor de la escuela, estaba cursando el 6to. Grado de la primaria escolar. Era mi pase a un importante Instituto, un colegio de corte inglés ubicado en la Provincia de Buenos Aires, en la Localidad de Pilar. Allí, fui becado para continuar mis estudios secundarios. Y como decían que tenía capacidad intelectual fui enviado antes de finalizar la escuela primaria, para cursar el 7mo. Grado que corresponde al último año de dichos estudios. Y así fue como, -debo reconocer-, al ingresar al Instituto mi destino había cambiado. Dado que me dedicaría, durante 6 años, a estudiar mecánica industrial, algo que no me apetecía en nada. Pero fue en este colegio donde comenzó mi historia con Abreadoquines. La exigencia educativa era muy intensiva, con profesores exigentes, horarios completos, prácticas en talleres y los sábados dedicados a la educación física. Todo esto, para mí era simple, porque, aunque faltaba asiduamente, igualmente hube ocupado el cuadro de honor. Ya que me apasiona estudiar y tenía muy buenas calificaciones que lograba aplicando poco esfuerzo. Lo más peligroso no era la escuela, sino la realidad del país. Este relato nace a raíz de un comentario de alumnos de la Complutense que me hicieron en el blog que hace unos años tuve y donde conté la historia de Abreadoquines: un pasquín periodístico. Además, también, más adelante se convirtió en una mini editorial donde publiqué algún libro de mi autoría. Entonces, los estudiantes me enviaron unas diez preguntas que respondí y publiqué en mi blog. Pero contaré la historia, que es muy rica en cuanto a cómo se vivía por aquellos años de plomo. Corría el año 1979, y acontecía una dictadura muy ardiente; ya cursaba el 4to año, era un adolescente. Siempre, desde que razono, he escrito ensayos, poesías, cuentos y relatos, aunque no sabía por qué los estaba escribiendo. Así fue como con el tiempo ya había conformado un grupo de música donde escribíamos canciones y composiciones musicales, además de interpretar a otros autores. Luego de entablar amistad con otros estudiantes del pueblo de Pilar y algunos compañeros de estudios, decidimos realizar un pasquín, una revista con pocas hojas donde plasmar nuestros escritos y difundirlos. Los escritos eran un tanto filosóficos, o poéticos; pero como no teníamos educación política no escribíamos sobre la cuestión actual del momento y la realidad del país. Tampoco sabíamos a que nos enfrentábamos realizando nuestro pequeño sueño de imprimir los escritos y difundirlos. Y fue de este modo cómo un grupo de estudiantes que alguna vez quiso decir algo más, de forma inteligente y muy irónica, les sucederían cosas incomprensibles para la gente de países más desarrollados o países libres. Entonces, comenzamos a escribir con la ilusión de que otros nos leerían; que quizá las estudiantes de otros institutos obtendrían algunos ejemplares y querrían saber quiénes eran esos estudiantes del ICP que escribían esas cosas. Pensamos el título del pasquín, y finalmente decidimos llamarlo Abreadoquines; porque adoquín, como se sabe, es una piedra cuadrada usada para el empedrado de las calles, y dada su dureza viene a representar el cerebro humano de cierta gente. Nuestra función sería que, mediante el pasquín, lográramos abrir los cerebros adormecidos o no pensantes. También pensamos en una dirección editorial mordaz del impreso, con acertijos y rompecabezas creativos. Juntamos el material escrito, y primero hicimos el original, armando partes y retazos de letras y con un mimeógrafo antiguo imprimimos unas seis páginas y comenzamos la distribución a mano. En total se imprimieron unos 300 ejemplares. Ya lanzados, -y como hubo gente que nos escribió al Instituto preguntando y sacándose dudas-, fuimos a por el 2do. número con el mismo procedimiento, y esta vez tiramos unos 500 ejemplares. En total llegamos a hacer tres números. Y fue cuando comenzábamos la distribución del 3er. número que golpean la puerta del recinto que utilizábamos en el Instituto dónde se presentó un celador juntamente con personal del ejército, específicamente la Brigada de moralidad. Nos miramos, nos asustamos y preguntamos qué ocurría. Acto seguido, ellos entraron, cogieron las cajas con los pasquines y nos pidieron que los acompañemos, y así fue. Entonces estuvimos demorados unas horas en una comisaría del pueblo, y puesto que al ser menores no podían detenernos o acusarnos sin la intervención de un Juez de menores. Bajo sus amenazas regresamos al Instituto y allí el Rector PB nos pondría en su mira como posibles “alborotadores”, supongo que sería por pensar, porque es obvio que una dictadura militar no puede ser una entidad creativa. Y conociendo, más adelante, las atrocidades cometidas por esa gente. Habíamos perdido la inocencia, sin tiempo para analizar, y fuimos arrojados a la realidad. Pero nunca me detuve, nunca dejé de escribir. Porque continué haciendo más pasquines, unos años después, en Bibliotecas públicas, haciendo recitados en teatros municipales e incluso publicando mis libros de cualquier forma y manera con editoriales ajenas o propias. Porque Abreadoquines fue como un instrumento para abrir la mente bloqueada o mutilada. Y fue prohibida porque enseñaba a pensar, a discernir, a comprender, a soñar. El mensaje es para las personas que no siguen sus sueños, que abandonan sus objetivos y que dejan en el camino de sus vidas aquello que desean hacer y no lo concretan ante el primer escollo. Y de utilidad para aprender que las vicisitudes en la vida sirven de alimentos de nuestros deseos, para alcanzar los objetivos que venimos a cumplir a este planeta; por ello, jamás hay que dejar de abrir el adoquín. Nunca.

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Acerca de Miguel D'Addario


Miguel D'Addario es un escritor, coach y profesor. Italiano. Ha publicado libros artísticos, poesía, relatos, filosofía existencialista, académicos, y técnicos educativos con diferentes editoriales. Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, italiano, portugués y griego. Licenciado en Periodismo, Máster en Educación Social y Doctorado en Comunicación Social por la Universidad Complutense de Madrid. Ha desarrollado su experiencia en diversos campos de la docencia, desde la Formación Profesional hasta el nivel Universitario, tanto en Iberoamérica como en Europa. Sus libros se encuentran en diferentes centros de estudios y bibliotecas del mundo, como por ejemplo la Universidad San Pablo de Perú; Universidad de Santo Domingo la República Dominicana; Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú); Universidad Politécnica de Cataluña; Kalamazoo Public Library, Michigan; Universidad del Sagrado Corazón de Puerto Rico; Biblioteca Nazionale Centrale di Roma; Universidad de San Gregorio de Ecuador; Universitat de Valencia; Biblioteca Nacional de España; Biblioteca Nacional de Argentina; Universidad de Texas; Universidad de Toronto; Universidad de Deusto; Universidad de Illinois; Universidad de Kansas; Bibliotecas de la Comunidad de Madrid; Castilla y león, Andalucía, y País Vasco; Biblioteca Nacional Británica; Universidad de Harvard y Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. PhD y ensayista, ha recibido premios y menciones de Asociaciones de escritores, Centros Culturales, Universidades, y sedes afines. Igualmente, como Ponente, Conferenciante e Investigador, en Universidades, Centros educacionales, públicos y privados. Autor de libros de filosofía, ontología y metafísica. Autor de libros de Autoayuda y Coaching. Sus libros están distribuidos en los cinco Continentes, son de consulta asidua en Bibliotecas del mundo, y se encuentran inscritos en los catálogos, ISBNs y bases bibliográficas Internacionales. Son traducidos a múltiples idiomas y pueden encontrarse en los bookstores internacionales, tanto en formato papel como en versión electrónica.

 

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